A veces olvido el porque vivir, es en vano, ya no te tengo aquí, para que hacerlo ahora que te tengo lejos, si mi vida eres tu, ni más ni menos. A veces pienso en los momentos vividos juntos y no puedo evitar que una lágrima salga de mis sentimientos alborotados sin saber que hacer frente a tu ausencia, frente a la nada ya. Y que haré si ya no regresarás, es que fue estúpido pensar que moriríamos juntos, que viviríamos juntos hasta el fin de nuestras vidas, aun no comprendo, mi ser no comprende como pude, y puedo amarte tanto frente a tanto desprecio por tu parte, por que será. Cuando me encuentro al borde del abismo, una mariposa de mil y un colores aparece de la nada frente a mí, y no se porque te recuerdo sonriendo y ya no puedo dar un paso más, mi mente se paraliza, mi corazón se agita y allí quedé, siempre al borde de este precipicio de la depresión, no se porque creo aun en ti, si todas tus palabras eran mentiras, todas tus frases eran excusas, es por eso que decidí terminar contigo de una vez por todas, tantas mentiras lastimaban y envenenaban mi alma haciendo de ella un odio hacia ti indescriptible, aun más grande que el amor que alguna vez sentí por ti, pero ahora que no te tengo el amor volvió a florecer y te extraño y te amo, y me doy cuenta que el acto de aquel frío 6 de agosto pasado fue el mayor error de mi vida que ahora tengo que pagar en carne propia en este psiquiátrico que estoy desde que te encontraron fría debajo de mi cama. Solo estoy encerrado por amarte, por la locura de tu amor. Solo, por desear que siempre estés a mi lado.
Esteban Sosa
